Redacción
Las consecuencias de colocar personas ineficientes en puestos clave de dependencias públicas, trae facturas altas y quienes pagan los platos rotos son los ciudadanos, que ahora se arrepienten de haber votado por un supuesto “cambio”.
La coordinadora del IMSS Bienestar en Oaxaca, Soledad Zarate Hernández, es un ejemplo claro de un funcionario que no tiene idea de cómo manejar una dependencia de ese tamaño y cuyas torpezas repercuten directamente en miles de habitantes que, por necesidad, tienen que utilizar los servicios de salud pública.
A la servidora pública se le ocurrió la idea de cambiar los servicios de limpieza, lavandería y seguridad que se brindan a través de empresas externas, pero se le olvidó contratar a otras que realizaran el trabajo de manera inmediata, por lo que familiares de pacientes han tenido que hacer labores de aseo en los hospitales.
“Tuvimos que lavan baños y barrer áreas comunes porque no hay nadie que lo haga, no sé si se quieren ahorrar un recurso y piensan que porque estamos aquí, nosotros tenemos que hacer el trabajo, mientras ellos se quedan con el dinero”, señalaron algunos de las personas que permanecen en el espacio del Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”.
Establecieron que “como nunca” Oaxaca está sufriendo una crisis en sus sistemas de salud, porque jamás los familiares de pacientes habían tenido que limpiar o comprar medicamentos, porque el hospital no tiene lo necesario para atender a los enfermos.