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    Ante falta de credibilidad de su gobierno; “primavera oaxaqueña” busca adueñarse de redes sociales de trabajadores

    Redacción

    La presunta “experiencia” del mesero argentino que despacha en Comunicación Social de la “primavera oaxaqueña”, es de risa loca, se avienta ocurrencias inútiles que jamás en otros gobiernos se había visto, ni en los peores tiempos.

    La imagen de Salomón Jara a nivel nacional anda por los suelos, no solo por el pésimo trabajo que realiza al frente de la administración gubernamental, sino por el infausto manejo de la comunicación en manos de personas que ni siquiera son de Oaxaca y que se preocupan más por llenarse los bolsillos, que por el trabajo para el que fueron contratados.

    La credibilidad de la “primavera oaxaqueña” está sepultada, los enormes yerros en los que ha incurrido en los dos años que lleva de gobierno lo tienen clasificado entre los peores, basta con echarle una mirada a las diversas encuestas donde Salomón Jara es el penúltimo gobernante entre los malos, aunque intente “tapar el sol con un dedo” o “tenga otros datos”.

    El colmo, es el oficio que circula este viernes en redes sociales, donde la jefa del departamento de producción de contenidos de la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefader), Perla Fuentes Sánchez, quien por cierto ni siquiera cubre el perfil para el puesto porque tiene carrera de Veterinaria, pide a subsecretarios y directores, los nombres del personal a su mando, su puesto, número telefónico y perfil de Facebook.

    Lo anterior para “poder tener un control en cuanto a quienes comparten y reaccionan a las publicaciones en redes sociales”, es decir, obligarlos a que comenten o compartan posteos no solo de su jefe Víctor López Leyva, sino del gobernador en turno, cuya comunicación social tiene que recurrir a cuentas falsas para que “reaccionen” a sus publicaciones que ya nadie cree.

    Esta situación no solo amedrenta a los trabajadores, sino que viola su privacidad, ya que ellos pueden hacer con sus cuentas lo que se les plazca, además de que violenta sus derechos humanos, nada más porque a un argentino se le ocurre que como su jefe se hunde, los trabajadores tienen que salvarlo.

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