Redacción
Ante la constante inseguridad que reina en la capital del estado y los nulos resultados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Protección Civil del Municipio de Oaxaca de Juárez, ciudadanos han alzado la voz para señalar al titular Raúl Ávila Ibarra, de ser el principal protector de los grupos delincuenciales.
Con un negro historial a cuestas, Ávila Ibarra ha permanecido en el puesto ya dos años, sin que hasta el momento existan resultados visibles de su desempeño policiaco, tanto así, que hace algunos días el mismo presidente municipal Francisco Martínez Neri, le llamó la atención de manera pública señalando que “no espere una instrucción mía para hacer cumplir la ley, la ley se cumple porque existe”.
Señalado por ser un funcionario corrupto, protector de elementos policiacos secuestradores y violadores, desde que laboraba en Ciudad Juárez, donde tiene abierta una carpeta de investigación, presuntamente el secretario ha sentado en Oaxaca sus reales con bandas dedicadas a diversos delitos.
Tal y como sucediera en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde la ciudadanía enfrenta los embates de grupos bien organizados que cuentan con apoyos de la policía, vecinos de diversas colonias han recalcado los “negocios” que Ávila Ibarra mantiene, sin que hasta el momento sea llamado a cuentas.
Uno de los casos más señalados de protección que el jefe policiaco brindó a la delincuencia organizada, se dio a conocer tras la captura de nueve agentes de inteligencia de la policía investigadora de Ciudad Juárez, vinculados a proceso por los delitos de delincuencia organizada, secuestro y secuestro agravado.
Entre los agentes detenidos mediante un mega-operativo militar y policiaco realizado la madrugada del jueves 14 de octubre del 2021, se encontraba Aldo Iván Sáenz Tocoli, nominado para “policía del año”, propuesto por su entonces jefe, Raúl Ávila Ibarra.
Según las historias que se le atribuyen, estos funcionarios utilizaban todas las herramientas de inteligencia que no usaban contra el crimen organizado para localizar a empresarios, hacer seguimientos a comerciantes y luego procedían a secuestrarlos para exigirles cuantiosas sumas de dinero.
Luego, montaban operativos para secuestrarlos y exigirles fuertes sumas de dinero, algunas incluso millonarias. Todos ellos formaban parte de la Unidad de Investigación de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) a cargo del ahora funcionario municipal en Oaxaca, Raúl Ávila Ibarra.