Redacción
“Nosotros no fuimos, nos están culpando, el Secretario nos está dejando solos, es injusto lo que estamos pasando, el Gobierno sabe que no fuimos”, señalaron los custodios detenidos presuntamente por haber participado en la fuga de Amín Gómez Bautista, quien de acuerdo a autoridades, se habría escapado del Penal de San Francisco Tanivet, Tlacolula de Matamoros.
Al salir de una de las audiencias de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), los custodios aseguraron ser “chivos expiatorios” y pidieron a sus compañeros no cesar la lucha que iniciaron, para apoyarlos por el abuso cometido contra ellos, orquestado por el Subsecretario de Prevención y Reinserción Social, Roberto Claudio Castillo Ramírez, a quien ninguna autoridad ha tocado, pese a haber encabezado el operativo donde murieron dos presos más, posterior a la presunta fuga de Gómez Bautista.
Acompañados por sus familiares, quienes trataban de infundirles confianza, los detenidos fueron trasladados al mismo penal del que hace algunos días eran trabajadores, mientras se realizan las investigaciones correspondientes, sobre la fuga y la muerte de los reos.
Sin embargo, las redes sociales han dado cuenta de lo que sucedió esa noche en Tanivet, versiones de propios internos y de los familiares de las víctimas, a los que el Gobierno del Estado pretende hacer pasar, uno como muerte natural, ya que refieren un infarto y el otro como un presunto suicidio.
Lo cierto es que, con estos casos, se dejan en claro los horrores que se viven en las cárceles del estado, especialmente en Tanivet, donde los directivos que no son oaxaqueños como Castillo Ramírez y el mismo titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPC), Iván García Álvarez, están solo para hacer negocios y son capaces de matar impunemente en favor de la “primavera oaxaqueña”.