Redacción
Mientras la titular de la Secretaria de Movilidad, Claudina DeGyves Mendoza, continúa dando a conocer “cifras alegres” y supuestas atenciones que se dan en la dependencia, la regulación del transporte público está por los suelos.
No solo por el pésimo servicio que brindan los camiones, muchos de los cuales ya están convertidos en chatarras andantes, sino por la falta de regulación en las tarifas de los taxis que circulan en el centro y los foráneos que recorren los diversos municipios de la entidad, los cuales cobran lo que quieren sin que haya autoridad a favor de la ciudadanía.
Recientemente, en conferencia de prensa, la funcionaria detalló las sanciones a las que se hacen acreedoras las personas concesionarias del transporte público de la región del Istmo, en caso de alterar las condiciones en la prestación del servicio o prestar uno distinto al concesionado como ha sucedido en esta zona.
Dijo que en el caso de transitar fuera de su localidad y/o ruta, y poner en riesgo la seguridad de las personas usuarias, se puede revocar la concesión o tener una multa equivalente a 300 UMAS (Unidad de Medida y Actualización), equivalente a más de 32 mil pesos.
En el caso de prestar el servicio de transporte público sin contar con concesión o permiso, la sanción puede ser de hasta 350 UMAS, lo que es igual a más de 37 mil pesos; se detalló que en el caso de transporte del servicio público en la modalidad mototaxi se aplicará una multa por más de 32 mil pesos por transitar en tramo carretero federal, adicional a las multas ya señaladas.
Sin embargo, en la capital, hay decenas de taxis que no cuentan con placas oficiales, ni permisos para circular y mucho menos rotulaciones que marquen la descripción del sitio al pertenecen. Unidades que brindan el servicio, sin que elementos de la Policía Vial los detengan, aunque les pasen enfrente.
Dedicada últimamente a leer cuentos en las giras que realiza el Ejecutivo en algunas comunidades, DeGyves Mendoza debería leer un poco sobre la ley que se refiere a los vehículos del trasporte público en todas sus modalidades y empezar a desempeñar sus funciones.