Redacción
Dicen que el pez por la boca muere y en Oaxaca el ejemplo más claro es el serrano Salomón Jara Cruz, quien no resultó igual que los mandatarios anteriores, resultó peor. Su ambición de poder y su nepotismo son inconmensurables.
Pasándose por el arco del triunfo la advertencia de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de que no se permitirá el nepotismo en las administraciones estatales, el Gobernador ha colocado a toda su familia en puestos claves de poder, para abarcar lo más posible y obviamente, robar lo más que se pueda.
“Aquél que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver” reza el dicho que no solo aplica al Ali Babá Jara Cruz, sino también a sus 40 ladrones que hacen de las dependencias sus minas de oro, a costa de los oaxaqueños que les paga sus sueldos y sus lujos.
A Salomón Jara no le basta tener a su esposa en el DIF, a dos de sus hijas en Palacio cobrando sueldos sin hacer nada, a su hijo como dirigente de Morena, a su nuera como diputada, a su hermano como Secretario Municipal, y a sus sobrinos, cuñados, tíos, primos, ahijados, vecinos y demás, cobrando en diferentes dependencias.
Ahora, su ambición le hizo imponer a otra de sus hijas, de nombre Shunaxhi-Nabaany Magdalena Jara Bolaños, como encargada de despacho del Infonavit en Oaxaca. Una muchacha cuya experiencia es “más de 10 años como administradora en la industria editorial y cultural”, es decir, no sabe nada sobre el ramo de vivienda.
Haciendo a un lado a decenas de oaxaqueñas y oaxaqueños con la experiencia suficiente para desempeñar un digno papel en el Infonavit, el codicioso mandatario coloca a su hija, para lograr el poder y el dinero de los corruptos Murat, a quienes tanto señala, pero al mismo tiempo protege al mantenerlos fuera de prisión y no tocar sus propiedades.