Por Horacio Corro Espinosa
Con el inicio de las campañas políticas, muchos ciudadanos se interesan por conocer a su candidato. Hablemos del distrito electoral 03.
En este gigantesco distrito, la diputada Margarita García García buscará, por tercera vez, la Diputación con el apoyo del PT. Sin embargo, promoverá a Morena, no al PT, el partido que la postula. Con esta estrategia pretende acabar de una vez por todas con la carrera política de Benjamín Robles, quien aspira a la senaduría por este partido.
Hace unos días, realicé una pequeña encuesta en el distrito 03, para averiguar cuánta gente conoce a esta diputada. De todos los entrevistados nadie la ha visto en persona ni sabe nada de su labor legislativa. Lo más cerca que tienen de ella es cuando la escuchaban una o dos veces por semana en alguna estación de radio, donde evidentemente, tenía su espacio comprado.
Otros la recuerdan por sus engaños, pues en las dos elecciones anteriores, en las que resultó ganadora, nunca les pagó los mil pesos que les había prometido a los representantes de casillas. Algunos afirmaron que podían tolerar mentiras o calumnias, pero cuando les fallaban con el dinero, nacía el enojo y eso nunca lo olvidaban.
Aquí hay que hacer una pausa: a muchos medios de comunicación impresos, radiofónicos, de redes sociales, entre otros, también los ha timado. Les ha quedado a deber, les ha regateado el precio y además, nunca les ha pagado. Hay muchas quejas contra ella.
Cuando Margarita García García era Secretaria general del partido Convergencia y futura coordinadora de la fracción parlamentaria local de ese partido, le confesó a nuestro compañero periodista Jaime Velásquez, que el dinero robado por los funcionarios públicos salientes, en ese entonces los de Ulises Ruiz Ortiz, no se investigaría porque “sería mucho trabajo buscar cada uno de sus robos… Mejor, le aseguró al periodista, debemos empezar de cero. Es mejor el borrón y cuenta nueva”.
Así ha sido Margarita siempre. Con tal de conseguir un puesto es capaz de encubrir a los más ladrones. En aquel entonces, García García sabía perfectamente que muchos de los funcionarios que se iban, se llevaban el dinero del pueblo en sus bolsillos. La gente también lo sabía, pero la candidata los protegió.
En septiembre del 2015, la actual candidata por el distrito 03, publicó una plana completa en el periódico Reforma, para mostrar su indignación contra el Congreso local, por haber hecho una reforma constitucional a la medida. Algo así como un traje hecho para beneficiar a Alejandro Murat: reducir el tiempo de residencia en el Estado para que un ciudadano pudiera ser candidato a gobernador. Esta publicación le costó alrededor de $350,000. Cuando se le preguntó de dónde había sacado ese dinero, respondió que lo había conseguido de “amigos generosos”.
Cuando ella fue diputada local, pobladores de Nochixtlán la acusaron de desestabilizar la comunidad de San Francisco Chindua, pues intentó remover al administrador municipal que ella misma había colocado, a Eleazar Torres Cruz, quien se negó a darle la cuota mensual que ella misma le había impuesto (parece que ella fue la creadora de la cuota de piso).
¿Quieren que les cuente de las cajas de ahorro que ella creó en diferentes poblaciones y que al desaparecerlas dejaron en la ruina a miles de familias oaxaqueñas? Esas cajas llevaban el nombre de “Renamur”. ¿Quieren saber en qué bolsa terminó ese dinero? Hay muchas historias más de esta candidata. Son datos que nunca debemos olvidar.