Redacción
El domingo 19 de junio de 2016, habitantes de Asunción Nochixtlán, maestros y activistas, que participaban en un bloqueo de las vías federales autopista 135-D y carretera federal 190, Oaxaca-México, fueron desalojados por elementos policiacos, provocando un zafarrancho de consecuencias lamentables.
Durante los años 2012 y 2013, el expresidente Peña Nieto promovió la llamada Reforma Educativa, la cual impulsaba el Sistema Nacional de Evaluación de la Educación, ante ello, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), mostró desacuerdo señalando violación a sus derechos laborales, así como su ausencia en las decisiones sobre el contenido de la materia de trabajo, por lo que realizaron diversas acciones de resistencia.
En mayo de 2016 la CNTE había efectuado múltiples protestas en diversos estados de la República como Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Veracruz. El 12 de junio fueron aprehendidos dos líderes de la Sección XXII, Rubén Núñez Ginés, secretario general y Francisco Villalobos Ricárdez, secretario de organización.
Esto provocó una serie de bloqueos carreteros en 37 zonas en Oaxaca, entre ellas la carretera que conecta Huajuapan de León con la ciudad de Oaxaca, donde se ubica el tramo de Nochixtlán, donde se presentó el conflicto más violento, cuyo enfrentamiento duró más de nueve horas.
El saldo de los enfrentamientos fue de ocho personas fallecidas, 103 lesionados, 46 afectados por la exposición a gases lacrimógenos, de las cuales 35 eran menores de edad, y algunos otros por diversas afectaciones en sus propiedades.
A ocho años de estos acontecimientos, únicamente permanecían detenidos dos exmandos policiales que presuntamente habían participado en estos acontecimientos y que este 6 de enero, obtuvieron un amparo para poder llevar su proceso en libertad, bajo el pago de una multa que no superan los 20 mil pesos.
El exjefe de Reacción de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca, Juan Peralta Álvarez y el exintegrante de la Policía Federal, Carlos Guerrero Romero, forman parte ya de los elementos implicados, que fueron beneficiados con el cambio de medida cautelar. Anteriormente lo recibieron, el policía estatal Ismael Mendoza Díaz y José Luis Rincón Alvarado, quien fue el mando a cargo de la entonces Gendarmería federal.
Por su parte, Luis Enrique Cobián López y Jorge Isaac Trujillo, ambos ex mandos de la extinta Policía Federal, quienes fueron vinculados a proceso por un Juez federal, acusados del homicidio de seis personas y por lesiones con disparo de armas de fuego a 27 personas durante el operativo de desalojo del 19 de junio de 2016, pero también siguen proceso en libertad.
Ante la noticia dada, el “Comité de Víctimas por Justicia y Verdad 19 de junio de Nochixtlán”, se dijeron engañados por las autoridades, ya que brindaron la posibilidad a los policías de ser excarcelados, cuando aún no se realiza el recuento suficiente de los daños causados en el enfrentamiento.