Redacción
Enclavadas en la comunidad de Otatitlán de Morelos, perteneciente al municipio de Talea de Castro, una capilla y una ermita del siglo XIX fueron entregadas a sus feligreses, tras concluir su restauro a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).
De acuerdo a información del INAH, la atención de estos inmuebles formó parte de la segunda etapa del Proyecto de Conservación y Restauración de las Capillas y Ermitas dedicadas a la Santa Cruz y a la Virgen del Carmen, realizada con recursos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO).
La restauradora Renata Schneider Glantz, señaló que estos inmuebles son esenciales en la vida diaria de Otatitlán, en la medida que el primero de ellos, ubicado en el cementerio, está consagrado a la Virgen del Carmen, advocación mariana a la que los fieles se encomiendan para el “buen morir y evitar que su alma quede en el purgatorio”.
El segundo es una ermita que en xhidza, variante dialectal del zapoteco, recibe el nombre de Lom Yábusu –el cerro del peregrino–, el cual, por su ubicación en una vereda, permitía a quienes iban de Otatitlán a pueblos cercanos, como San Juan Yatzona o San Ildefonso Villa Alta, descansar o pernoctar al amparo de la santa cruz.
La intervención atendió daños por grietas, filtraciones de agua y pérdida de aplanados en muros, mismas que se subsanaron con piedra de la región para las bases de la capilla y la ermita, y sus muros con adobes locales para asegurar la compatibilidad material.
Asimismo, se crearon banquetas perimetrales para evitar que el agua de lluvia esté en contacto con los muros, y se renovaron las cubiertas con madera aportada por la comunidad, sobre la cual se colocó impermeabilizante y teja, como acabado.
Los trabajos en la Capilla de la Virgen del Carmen permitieron hallar restos de la pintura ocre original, del siglo XIX, por lo que esta fue recuperada y aplicada a la cal en esta edificación y en la ermita, a petición de los pobladores.Paralelamente a la atención de las dos construcciones, se restauraron ocho bienes muebles históricos: entre adoratorios, una imagen de la Virgen del Carmen y una escultura ubicada en el camposanto de Otatitlán, llamada ‘cruz común’, la cual ampara a las personas que mueren en accidentes y a aquellas cuyos familiares han fallecido.