A los de la actual administración del Gobierno estatal, les duele en el alma que les digan sus verdades, empezando con el mesero argentino de Comunicación Social, que se preocupa más por campañas contra los medios, que la imagen de su patrón, que, por cierto, está por los suelos.
En redes sociales sigue dando de qué hablar el tema de la alberca del DIF, esa que la “señora” mandó tapar porque según ella no estaba bien hecha y no servía para nada. Lo que ella nunca supo, es que existían profesores de natación que llevaban años trabajando con niñas, niños, jóvenes, mujeres y hombres con discapacidad, a quienes daban terapias en ese lugar.
Ahora, tras la brillante idea, los instructores están sin hacer nada, porque tras muchos años de servicio, tampoco los quieren finiquitar por “falta de recursos”, sin embargo, Salomón Jara Cruz, sigue gastando millones de pesos pagando encuestas que no lo ubiquen entre los 10 peores mandatarios de la Republica.
Lo peor, es que quisieron ahorrarse tanto el dinero, que le encargaron el trabajo a quien les cobró menos, situación que provocó que el lugar quedara lleno de chipotes por todos lados y luce totalmente inservible para quienes acuden al DIF, ya que muchos están en sillas de ruedas o son débiles visuales.