Redacción
Poco a poco las denuncias de corrupción en el gobierno de la “primavera oaxaqueña” van saliendo a la luz, ante las inconformidades de trabajadores que, observan con asombro, el saqueo que realizan en las diferentes dependencias aquellos que abanderan la frase “no robar, no mentir, no traicionar”.
Una de ellas es el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Estatal Oaxaca), la cual se ha convertido en el ala blanca del saqueo de la Cuarta Transformación, con la familia Bolaños y Jara operando con toda impunidad, acosando a los trabajadores quienes tienen que costear gastos laborales ante las innumerables limitaciones a los que son sometidos, mientras la familia en el poder, se embolsan millones de pesos en licitaciones, moches, sobrecostos y adquisiciones.
Quienes laboran en esta dependencia, señalan que, ante la complacencia de la presidenta honoraria del DIF, Irma Bolaños Quijano, la “primavera oaxaqueña” se disfrazó de una política asistencial para que floreciera el patrimonio de familiares, amigos y parejas, quienes mantienen un control excesivo y minucioso, desde una red que opera al interior para saquear todo lo que esté a su alcance.
“Atrás quedaron las promesas de trabajar para los más pobres, porque al llegar al DIF, salieron a relucir sus verdaderos intereses que están muy lejos de trabajar por #Oaxaca. Vivimos con el temor a ser despedidos, laboramos en la zozobra por los caprichos de la familia gobernante para mandar sin saber y robar sin medida”.
Trabajadores sostienen que, con Sheila Bolaños Flores como directora de Administración y Finanzas, tiene el control de toda la dependencia, donde las políticas humanitarias ya no importan, ya que es la operadora de los contratos, comisiones, contratos, licitaciones y demás, todo con su respectiva “mochada”.
“Ni en los peores gobiernos priistas se atrevieron a tanto, ya que lejos de trabajar para la asistencia social en beneficio de menores en estado de abandono, ancianos y mujeres desamparadas, funcionarias como Sheila Bolaños se han encargado de que el DIF sea la caja chica de la familia, ya que todos están en nóminas sin trabajar”.
Establecen, además, que Sheila Bolaños y su hoy pareja sentimental, el subdirector Miguel Ángel Morales, ya están aprendiendo a vivir rodeados de lujos que jamás habían tenido, mientras que los trabajadores tienen que implorar por viáticos o material para realizar su trabajo en campo.
“La situación no es diferente en otros departamentos dirigidos por familiares, donde saltan los nombres de Gabriela Bolaños Rodríguez, Nabani Jara Bolaños, Ricardo Cruz Bolaños, Diego Navarro Jara y Diego Sergio Zarate Bolaños, quienes, en nóminas alternas y discretas, cobran más de cien mil pesos mensualmente”.
Finalmente los denunciantes señalaron que poco le queda de vida al DIF Estatal ante la complacencia de la señora Irma, misma que ahora está más preocupada por vestir bien, que por el trabajo que tiene que realizar al frente de la dependencia, que su familia se está acabando.