Redacción
La falta de oficio de quien opera la Secretaría de Gobierno (Sego) en la presente administración gubernamental, queda exhibida en el problema que enfrentan cristianos de Cerro Cajón perteneciente a San Isidro Arenal, en el municipio de San Juan Lalana, en la Cuenca del #Papaloapan, quienes han sido violentados cruelmente sin nadie que los apoye.
La Confraternidad de Pastores de Oaxaca denunciaron la violencia desatada contra integrantes de su comunidad, donde mujeres que permanecieron retenidas desde la mañana de este miércoles, fueron sometidas de manera agresiva, mientras sus viviendas eran destrozadas.
Cristina Hernández Enríquez, de 82 años; Maximina Contreras, de aproximadamente 51 años, esposa del pastor de la localidad y Esmeralda Antonio, de 21 años e hija del matrimonio, fueron liberadas en las inmediaciones de un pueblo conocido como Rayo Blanco.
Señalaron la falta de atención del Gobierno del Estado, quienes únicamente se han dedicado a enviar funcionarios sin la capacidad de resolver de fondo el problema, mientras ya hay dos personas muertas, por la grave intolerancia religiosa que se vive en esta zona.
Mientras tanto, el titular de la Sego, Jesús Romero López, durante su conferencia semanal, se limitó a reiterar el “llamado al diálogo” para establecer una mesa de atención porque “hay un acta desde 1993 que establece la prohibición de cualquier otra religión en la comunidad”.
Tratando de justificar su ineficiencia, dijo que en el municipio de San Juan Lalana hay distintas religiones, pero donde se agudiza el tema es en la agencia de San Isidro Arenal, ya que las autoridades argumentan que las y los pobladores que pertenecen a un grupo religioso se niegan en participar en las tareas de la comunidad como los tequios y han mantenido una postura de confrontación.
“Convocamos al diálogo a quienes integran este grupo religioso y a las autoridades de San Isidro Arenal para que lleguen a acuerdos paz y tolerancia en un ambiente más propicio”, señaló, sin importarle la violencia que están viviendo familias enteras por la ignorancia de sus autoridades.