Redacción
A casi nueve meses de su llegada, el sello de la “primavera oaxaqueña” ha sido la corrupción y el nepotismo. La administración de Salomón Jara Cruz resultó igual o peor que el anterior gobierno de Alejandro Murat, lleno de funcionarios que no hacen nada y solo buscan cómo beneficiarse de los cargos.
Una de las dependencias más saqueadas durante años ha sido el Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo del Estado de Oaxaca (ICAPET), ahora presuntamente dirigido por un desconocido de nombre Geovanni Rojas Pacheco, quien en la dependencia es un “fantasma”, pues nunca trabaja en sus oficinas, eso sí, presume el cargo en todas sus redes.
Según denuncias de los mismos trabajadores, el instituto está totalmente estancado, sin que el inexperto Rojas Pacheco intente conocer un poco del tema, todo lo hacen trabajadores que medio mantienen de pie la dependencia y a quienes les tienen rezagados los sueldos desde hace tres quincenas.
“Pero eso sí, el director se da la gran vida paseando por todos lados a donde va el Gobernador o saliendo del estado, dizque a participar en eventos a donde invitan al Icapet, donde no dice nada solo va de bulto a ver que pesca y a gastarse los recursos”, señalan.
Y es que es de todos conocido los negocios que Geovanni Rojas realiza al interior del Icapet. Hace algunos días, las redes sociales daban cuenta de como en contubernio con su director técnico académico, José Roberto Esteva Balam, obligaban a los directores de las unidades de capacitación a firmar cartas de renuncia con fecha anterior, para no pagarles los meses que llevan laborando, ya que ese dinero que quedará en sus bolsas.
La perorata de Salomón Jara Cruz de que en su gobierno no hay corrupción, queda en el suelo con el actuar de funcionarios como el director del Icapet, que lejos de ser un inexperto y prácticamente un desconocido, llegó a esta noble institución solo a beneficiarse a sí mismo.
Finalmente, trabajadores valoran la posibilidad de una denuncia contra Esteva Balam, quien dicen, acosa a los trabajadores con grabaciones que ellos no han autorizado, ejerciendo con ello violencia de género, ya que no saben con qué fin realiza estos videos.