Redacción
A pesar de que la supercarretera Oaxaca-Puerto Escondido aún no está del todo terminada, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado con bombo y platillo que será el próximo 4 de febrero, cuando esta vía de comunicación sea inaugurada.
Tal parece que el Mandatario Federal no ha aprendido que sus obras mal ejecutadas y mal terminadas, pueden traer severas consecuencias, donde los principales afectados serán los ciudadanos.
A pesar de que López Obrador ha presumido ante medios de comunicación que su administración ha impulsado obras de gran impacto en todo el país, lo cierto es que pasa por alto que, para que una infraestructura pública sea segura para las y los ciudadanos, primero debe estar terminada, de lo contrario, puede representar un riesgo para la sociedad.
Así pasó recientemente con el Tren Maya, que también no está del todo culminada, en diciembre pasado, López Obrador inauguró este medio de transporte que partió del estado de Campeche y concluyó el viaje en la estación de Cancún, Quintana Roo, la cual luce aún inconclusa y, justo por eso, tuvo que implementarse un fuerte dispositivo de seguridad para que los ciudadanos no pudieran acercarse.
El viaje del tren inició desde Campeche con gran algarabía, fiesta y presunción de que se trataba de una de las magnas obras de su gobierno, sin embargo, al llegar a Cancún no hubo fiesta, arribó silencioso y sin protocolos a una estación sin techo, con poca luz, sin servicios, sin señalética, ni información, carente de un acceso principal, sin mobiliario, con un drenaje deficiente y todo fue cubierto con plantas y lonas.
Así precisamente es lo que ocurre en Oaxaca con la supercarretera que, supuestamente, reducirá el viaje desde Oaxaca hasta la Costa y viceversa, de seis horas, solo tomará a los ciudadanos hacer un viaje de tres horas por esta vía de comunicación.
Lo curioso del tema es que los mismos funcionarios de la Cuarta Transformación han sido los que han dicho que la obra no está terminada, así lo comentó el secretario de las Infraestructuras, Netzahualcóyotl Salvatierra López, quien señaló que, a pesar de que la obra se inaugurará el 4 de febrero, los trabajos no estarán listos y continuarán en los días subsecuentes.
Los trabajos que faltan por terminar son las casetas de cobro de Ventanilla y Barranca Larga, pues la primera aún no se concluye y la segunda tiene un avance del 65 por ciento, y pese a que la infraestructura esté terminada, no estarán listos los sistemas de operación.
Añadió que los motivos de este retraso, fue porque prescindieron el contrato a la empresa que originalmente lo tenía y se le adjudicó a la operadora de autopistas Coconal, así que los trabajos en ambas casetas continuarán y probablemente concluyan hasta el mes de enero.
La obra más rezagada, es la correspondiente al entronque San Francisco, ubicado en el kilómetro 140, con apenas un 10 por ciento de avance. El funcionario estatal señaló que hay otros tramos carreteros por concluir, tal es el caso del viaducto San Vicente en el kilómetro 117, el cual se va a terminar a finales de enero, el segundo punto crítico es el entronque de Limar, en el kilómetro 145, mismo que se concluye el 26 de enero.
Y así, tras más de 18 años, van uniendo los pedazos pendientes para terminar una carretera tan anhelada por las y los oaxaqueños.