La Columna
Mantener en su gabinete a personas sin experiencia y sin oficio político, le han traído sendas exhibiciones a la llamada “primavera oaxaqueña”.
Desatender sus responsabilidades como titular de la Consejería Jurídica y Asistencia Legal, Geovany Vásquez Sagrero, ha dejado en varias ocasiones al Gobierno del Estado de Oaxaca mal parado a nivel estatal, nacional e internacional.
Primeramente, por las pocas detenciones que ha logrado de la administración pública anterior, que en su mayoría han sido funcionarios conocidos como “charalitos”, porque los “peces grandes” que hicieron el quebranto a las finanzas públicas estatales, continúan impunes.
Y es que, debemos empezar con lo que presumió con bombo y platillo, la polémica detención por parte de la Interpol del notario Jorge Gómez Merlo, quien presuntamente es uno de los principales autores intelectuales del llamado “Cártel del Despojo”, a quien el gobierno italiano le negó su extradición, además el mismo abogado Gómez Merlo a través de sus redes sociales difundió que anda libre, sin ninguna restricción por aquel país europeo, en el cual hasta le otorgaron protección por el mal trabajo jurídico que realizó el Consejero.
Además, de las 15 notarias que entregó la administración de Alejandro Murat, ni hablamos, solo ha podido dar la suspensión de dos fiats, quedando impunes muchos notarios corruptos que realizan actos jurídicos no propios de la buena fe.
Tal es el caso del notario hermano del diputado coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Avilés Álvarez, quien tiene diversas carpetas de investigación ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), cuyo fiat fue otorgada de manera irregular y amañada, caso como ese hay muchos más.
Otro caso es el “Parque Primavera”, mismo que pretenden se realice en la extinta Fábrica de Triplay, Novopan y el Forestal, en donde, aunque lo nieguen, de manera unilateral la Consejería Jurídica llevo a cabo la expropiación de ese espacio, sin que hasta el momento hayan podido iniciar los trabajos.
Todo parece que este asunto es otra más de las pifias de Vásquez Sagrero, cuya prepotencia originó que perdiera este asunto, cuando quien está detrás de la situación es el abogado Enrique Toro Ferrer, quien intentó negociar, es más, se le vio saliendo de Palacio de Gobierno, pero este dijo que se irían por la vía jurídica, asunto que se encuentra litigando.
Un decreto que fue mal planteado por ubicar el espacio con cuentas catastrales incorrectas y que las usó el mismo Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en un pleito previo, originó que éste haya perdido el pleito, pues resulta que la grandiosa Consejería Jurídica y Asistencia Legal no revisó y las volvió utilizar. El promovente de los diversos recursos de queja a través el perverso abogado de antaño, Toro Ferrer, se comió vivo al soberbio y engreído Consejero Jurídico.
Recientemente, el Poder Judicial de la Federación otorgó la suspensión definitiva, a más de 300 ciudadanos de esa zona que se oponen a la construcción de un desarrollo de un centro inmobiliario por autoridades estatales, situación que, esta dependencia dejó en el limbo cualquier recurso legal que pudiera presentar.
Es más, tal parece que no quiso litigarlo como otros casos que lleva de manera personal en su despacho, mismos que son atendidos por sus familiares y amigos, asuntos que le dejan altas remuneraciones económicas de manera privada, dejando a un lado y desatendiendo las cuestiones gubernamentales.
Le dejamos este último párrafo al Consejero Jurídico meramente como una recomendación: “Es mejor un mal acuerdo que un buen juicio, para evitar esos resultados inciertos, no hay que litigar con el hígado y el corazón, sino con la mente fría, razonamiento y con la ley en la mano”.