Redacción

A pesar de que hace algunas semanas, sin tener un plan previo, como muchas cosas que hace la “primavera oaxaqueña”, el Secretario de Gobierno, Jesús Romero López, había asegurado que ante la carestía del agua potable que se vive en la capital del estado, se regularían los precios de las pipas de agua, hasta el momento nada se ha hecho al respecto.

Y es que el incremento excesivo que se ha registrado en este servicio, en el que las familias oaxaqueñas han llegado a pagar hasta mil 700 pesos por un servicio de pipa de agua, las autoridades han hecho caso omiso a las quejas de los usuarios.

Hasta el momento, ni la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ni el Gobierno del Estado de Oaxaca, han dado a conocer información alguna sobre las acciones mencionadas para regular los precios, ya que cada concesionario, muchos integrantes de algún sindicato de transportistas, cobra lo que quiere, aprovechándose de la escasez del vital líquido.

Por su parte, en diversas colonias, habitantes se han organizado para comprar pipas de agua entre cuatro o cinco personas, para tener un poco del vital líquido y poder pagar los precios que van de los mil 200 a los mil 800 pesos por 10 mil litros de agua potable, pipa que en meses anteriores oscilaba en los 700 pesos.

Señalaron que incluso el programa de hidrantes móviles en lugares en los que se dificulta la distribución del vital líquido, por la red del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Soapa) ha sido un fracaso, ya que muchos de ellos llevan días vacíos o son acaparados por personas que se la llevan hasta en camionetas, para posteriormente revenderla.

Finalmente, vecinos sobre todo de zonas altas, han señalado que es cada vez más difícil conseguir pipas de agua, ya que es tanta la demanda, que tienen que esperar hasta tres días para que suba este tipo de servicio hasta sus colonias.