Redacción
“¿Qué vas a inaugurar? Mentiras, despojo y violencia disfrazado de desarrollo”, se leía en una manta colocada en medio de las vías del tren. Eran integrantes de la Asamblea Comunitaria de Puente Madera, quienes protestaron en el marco de la inauguración del Tren Transístmico, obra magna del Gobierno Federal.
En inmediaciones de la comunidad El Jordán, donde los campesinos se resistieron a ser desalojados de sus viviendas para que se lograra la realización de este proyecto, la protesta fue dirigida al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Los campesinos del poblado Puente Madera, libran desde el 14 de enero de 2021, una lucha legal y política contra la instalación de un parque industrial o Polo de Desarrollo para el Bienestar (Podebis), en tierras de uso común en el paraje conocido como El Pitayal, que se localiza en el municipio zapoteco de San Blas Atempa.
A través de un comunicado, la Asamblea Comunitaria de Puente Madera denunció que el proyecto del Corredor Transístmico y el tren de pasajeros que se inauguró este viernes, forman parte de “un proyecto inacabado, plagado de corrupción, mentiras, violencia y despojo”.
“La inauguración del Corredor Interoceánico, magnificado con el agotamiento de boletos del Tren Transístmico, está cumpliendo la misión del Estado, el cual es generar un sentimiento de nostalgia entre la población istmeña. Melancolía que sirve para reactivar la memoria de toda una región, con la finalidad de que una amplia gama de habitantes intervenga en favor del renacimiento de eso llamado desarrollo”. Precisaron que al contrario del desarrollo que promete el Corredor Transístmico, el regreso del ‘gusano de fierro’ (bicutti guibba), “anuncia para la región el aumento de conflictos sociales en medio de una crisis humanitaria migrante y la perpetua tormenta de violencia, por el inicio de la llegada de los emporios económicos que junto al Estado, emprenderán toda una nueva etapa del despojo para hacer del Istmo de Tehuantepec una zona de sacrificio a ser ofrendada en el altar del desarrollo”.
Asimismo, recordaron que el objetivo de la conexión del Istmo con las redes ferroviarias de Norteamérica, Centroamérica y el Tren Maya es “brindar una posición estratégica para el traslado interoceánico y la salida de productos al continente y al mundo. ¿Está pensado para nuestras mercaderías o la mercancía de la Copenhagen Infrastructure Partners, Constellation Brands, MOTA-ENGIL y todas las multinacionales y fondos económicos por arribar?”, cuestionaron.
Finalmente, destacaron en su pronunciamiento, que el proyecto que se inauguró este 22 de diciembre representa “corrupción, nepotismo, crimen organizado, militarización, despojo, saqueo, conflictos sociales, violaciones a derechos humanos y destrucción”.A las protestas se sumaron pobladores de comunidades indígenas de la zona norte del Istmo de Tehuantepec, quienes cuestionaron que al acto privado en Salina Cruz, el invitado de honor fuera empresario Carlos Slim y que la obra fuera inaugurada “con más de la mitad de estaciones inconclusas, con el malestar de diferentes comunidades que sufrieron y sufren atropellos en sus derechos y compromisos incumplidos por parte de las autoridades”.