Redacción
Ante el nepotismo y la corrupción que impera en diferentes dependencias del Gobierno del Estado, trabajadores de base y de contrato han denunciado la situación en la que se encuentran laborando, ya que muchas de ellas no cuentan con los insumos suficientes o están trabajando con quincenas pendientes. Una bomba de tiempo a punto de estallar.
Una de ellas es el Registro Civil, donde desde la llegada de la “primavera oaxaqueña” y los nuevos funcionarios que arribaron con la incipiente directora, Dulce Belén Uribe Mendoza, no han logrado resarcir ni mínimamente, las necesidades más apremiantes de la institución y las quejas de los usuarios son constantes.
Recientemente, en un claro ejemplo de nepotismo, Uribe Mendoza renunció al cargo que le fue conferido, heredándoselo a su esposo Alfredo Santiago Chávez, que, a decir de los mismos trabajadores, es una persona prepotente, sin estudios y por ende, sin el perfil para dirigir las riendas del Registro Civil.
“Dulce Belén solo llegó a la dependencia para saquearla, para llevarse recursos para su campaña, porque no hay insumos para laborar, no solo no tenemos formatos, no hay ni siquiera hojas, los compañeros tienen que comprar hasta sus propios lapiceros, porque ni eso tenemos, eso sin mencionar que las instalaciones se están cayendo a pedazos”, mencionaron empleados del Archivo Central.
Luego de realizar algunas protestas para exigir atención a sus demandas, mismas que fueron ignoradas por el gobernador Salomón Jara, los inconformes dieron a conocer que los negocios al interior del Registro Civil, se realizan ya de manera descarada por quienes tienen cargos de jefes, ya que son ellos quienes realizan los “cobros” por los servicios “especiales” que requieren los usuarios.
“Todo tiene que pasar a firma de ellos porque son quienes ponen las cuotas a los servicios ‘urgentes’ como aclaraciones, copias certificadas, anotaciones marginales o curps certificados, los cuales son trámites gratuitos, pero ellos les ponen precios. Es dinero que se queda en sus bolsillos”.
Informaron que mientras los jefes se quedan con dinero que debería entrar a las arcas institucionales, el Registro Civil no cuenta ni con servicio de intendencia, ya que son ellos los que asean sus escritorios y una persona acude una vez al mes a barrer los espacios y a sacar la basura que ellos acumulan en un lugar específico.
“Pero eso sí, por ejemplo, el jefe del Archivo, Edgar Francisco Ramírez González, conocido como el ‘todas mías’, en contubernio con los delegados sindicales Guadalupe Gutiérrez y Roberto López, están metidos todo el día en el restaurante El Punto, desde donde trabajan, mientras nosotros liamos con las necesidades de la institución, o la jefa del área de CURP, Nelly Mendoza, que nunca resuelve nada”.
Mencionaron que los más de 250 trabajadores que laboran en el Archivo Central, tienen apenas tres baños, los cuales están en pésimas condiciones, sin agua y sin papel. “Atendemos diariamente a cientos de usuarios y no hay un baño para ellos, hay mujeres embarazadas o personas adultas mayores que realizan trámites y que tienen que pagar el servicio en comercios cercanos, porque ni eso tenemos”.
Finalmente, sostuvieron que, hasta el momento, el nuevo director Alfredo Santiago Chávez, ni siquiera se ha parado por las oficinas ni se ha reunido con la base trabajadora, porque sabe que se enfrentará a todas las necesidades que serán expresadas, por lo que en breve iniciarán un paro de labores permanente, hasta que sus demandas sean escuchadas.