La presidencia del Senado de la República se deslindó del hecho y señaló como responsable directo al senador por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Adolfo Gómez Hernández, quien podría ser acreedor a una sanción.
Mediante un comunicado, el Senado aseguró que la Mesa Directiva negó al legislador el acceso de cualquier animal al recinto legislativo. Sin embargo, el morenista permitió el sacrificio del ave bajo la justificación de estar “al amparo de usos y costumbres de un grupo o comunidad indígena de la que manifestó su autoadscripción”.
En medio de la ola de críticas en su contra, Adolfo Gómez insistió en que el sacrificio de animales es parte de las prácticas de los pueblos originarios, que están bajo el amparo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“Incluso en el artículo 2° constitucional manifiesta nuestro libre derecho, se tienen que respetar las prácticas de los pueblos originarios. Nosotros nos respaldamos en el artículo 2° constitucional”, declaró el senador en un encuentro con la prensa.
Sin embargo, la legislación en la Ciudad de México prohíbe la utilización de animales como parte de prácticas tradicionales y contempla sanciones contra maltrato animal.
El artículo 25 inciso XIII de la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de Méxicoestablece que está prohibido por cualquier motivo: “El uso de animales en la celebración de ritos y usos tradicionales que puedan afectar el bienestar animal”.
Mientras que el artículo 350 Ter del Código Penal del Distrito Federal establece que si un animal sufre lesiones o la muerte por obra humana, los responsables son acreedores a sanciones, como multas y prisión.
“Al que cometa actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie animal no humana provocándole la muerte, se le impondrán de dos a cuatro años de prisión y de doscientos a cuatrocientos días multa, así como el aseguramiento de todos los animales que pudiera tener bajo su cuidado o resguardo, en términos de lo dispuesto por el artículo 54 de éste Código”, señala el citado artículo.
Adolfo Gómez Hernández aseguró estar consciente de las implicaciones legales. Sin embargo, argumentó estar amparado por el artículo segundo de la Constitución Política de México, que es superior a la normativa local.
“Hay una ley superior a la ley local y me refiero al artículo segundo constitucional, donde la ley expresamente permite la organización, respeta la forma de vivir de los pueblos originarios”, dijo en un encuentro con medios de comunicación.
Lo que se sabe sobre el sacrificio de una gallina en el Senado
El acto de crueldad animal fue difundido por la periodista Leticia Robles de la Rosa, quien compartió un video en el que se muestra cómo una persona sostiene a un ave viva, mientras otra, ataviada con indumentaria tradicional, procede a decapitarla. Tras el acto, el animal se desangró hasta que el líquido cayó en una cazuela de barro situada en el suelo.
Este evento tuvo lugar en un acto de ofrenda compar parte del Día de la Tierra (Tláloc), organizado por el senador Adolfo Gómez Hernández, del grupo parlamentario de Morena, en el segundo piso del recinto del Senado.
El hecho pronto desató críticas de senadores de la bancada por Morena y de legisladores de la oposición por igual, entre ellos el morenista Ricardo Monreal y Kenia López Rabadán, senadora por el Partido Acción Nacional (PAN).
“Nosotros en el grupo parlamentario lo conminamos a que no lo hiciera, en el grupo parlamentario de Morena no estuvimos de acuerdo la mayoría, no fue un acuerdo sino una decisión personal del senador. Yo no estoy de acuerdo en lo personal con el sacrificio de ningún animal en ninguna parte, soy animalista y creo en la vida y por eso no estoy de acuerdo, aún cuando se trate como el alega de usos y costumbre de los pueblos originarios”, aseguró Monreal ante la prensa.
En tanto López Rabadán se lanzó contra Morena por lo ocurrido: “Esto es Morena. Muerte y destrucción. Poner la imagen de la muerte y ahora matar animales describe a este gobierno. México debe ser el país de la vida, la felicidad y la reconciliación entre todos”.
Infobae